Dar consejo

Dar consejo cuando no se lo han pedido es una costumbre incomoda. Es arrogante pensar que la otra persona no sabe como resolver su problema, o es incapaz de hacerlo, y que nosotros tenemos la verdad absoluta para ayudarlo.  Últimamente he tratado de escuchar al menos un poco mas que lo que hablo, y así he aprendido varias cosas. Una de ellas, que quien da consejo sin que se lo pidan, muy seguramente lo da por que piensa que el mundo de los demás es igual que el suyo, lo cual evidentemente es una muestra de ignorancia y de estrechez mental. Cada vez entiendo mas la teoría de la racionalidad limitada de Herbert Simon, y me doy cuenta que nunca lograremos entender algo por completo por que nuestra naturaleza humana es finita, y no es capaz de modelar ninguna cosa en su totalidad. Esta semana (marzo del 2012) compartí tiempo con unas personas de África y Estados Unidos y me convencí aun mas de que la exposición temprana a diferentes ambientes incrementa la capacidad de entender el mundo, el nuestro y el de los demás. De esto ya había escuchado e incluso había escrito algo, pero nunca lo había visto utilizar como argumento para descalificar la competencia de alguien para participar en una discusión. Luego observando varias conversaciones durante la semana me di cuenta de lo común que es que las personas con un alto conocimiento técnico crean que son los sabelotodos, y esto no les permita aprender de los demás (Nuevamente, arrogancia). Creo que fue Mao Tse quien decía que el conocimiento que no se aplica, no es mas que arrogancia. Ahora estoy pensando que debo desaprender tanto como pueda. Que estoy lleno de preceptos y de prejuicios que no me dejan entender la realidad del mundo, sino que me proveen una visión distorsionada de la realidad.